miércoles, 9 de septiembre de 2009

REFLEXIÓN


Foto por: Rober
¿De dónde procede una inquietud? Por qué surge su existencia para motivarnos en la realización de un gesto, de una acción, de una circunstancia que alimenta nuestras vidas?.

¿Somos entes dinámicos?, unos más que otros. Lo único que se pretende es darle un significado a la vida. Todos lo pretendemos.

¿Por qué una actividad relacionada con la naturaleza para darle sentido a nuestro tiempo libre, incluso a nuestro trabajo? ¿Por qué le dotamos de cierto compromiso, de cierto riesgo subjetivo?
Un deporte como el fútbol o el baloncesto, con los que he disfrutado, me sirven para poder llenar mi sed de satisfacción personal? el atletismo, creo que me dio la tolerancia al sufrimiento...

Las decisiones “vitales” en una actividad, ¿son las que me hacen tener los sentidos más agudizados?, ¿tener las sensaciones más reales?, apreciar más la esencia de la vida y poder ser mejor persona? ¿Qué es ser mejor persona? ¿Me produce satisfacción?

Fisiológicamente hablando, los niveles de adrenalina aumentados por encima de lo normal reiteradamente, haciendo que lata con más fuerza el corazón, agudizándose la supervivencia, la coordinación muscular, las capacidades motrices y todo ello salpicado de decisiones “importantes” tomadas en un corto intervalo de tiempo, ¿hacen que me sienta más vivo? ¿Me sirve para la vida? ¿Seré más objetivo, (es decir, preciso en toda aquellas decisiones tomadas y unificadas por mayoría) en situaciones cotidianas? Ésto hará que me sienta mejor? Me siento realizado personalmente?


Por qué se tienen inquietudes

Foto por: Lorena

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