miércoles, 8 de septiembre de 2010

El agua, una forma de vida


Hace ya dos años, Paulo entrenaba para que sus saltos fueran perfectos. Saltaba en todos los resaltes que encontraba, ya fueran en la calle, en el monte o en un río que se encontrara por el camino. Sin lugar a dudas, perfeccionó su técnica hasta el punto de que actualmente realizando cañones no haya visto una persona con un estilo tan depurado, en lo que a saltos se refiera. Así lo demostró en la Sierra de Guara. Un viaje con Pablo, Elena y el mismísimo Saltador de saltadores sirvió para darnos cuenta de que la diversión, no solo se encuentra explorando sitios secretos sino también en la compañía y buena convivencia.

Pues sí, el agua implica movimiento, sensaciones, emociones, tensión. Implica vitalidad.
Así es la Sierra de Guara. Nos invita a disfrutar de todo su entorno, de todas sus virtudes, de la esencia de sus entrañas.

Una semana de actividad permanente, pues tan solo el descanso serviría para dormir y para comer, conociendo los mejores cañones, posiblemente de Europa entera. ¿Quién lo iba a decir?
Despertar, aproximaciones a los cañones, descenso y ya al atardecer vuelta al camping de Rodellar y comentar el día con espléndidas cenas. Días completos.
Cañones como el Peonera Inferior, totalmente acuático para entrar en ambiente.
El Gorgonchón, para conocer lo más estrecho y oscuro, formas espeleológicas y pasos ténicos.
Los Oscuros de Balcés, la Maravilla de las maravillas, pasillo con paredes infinitas, solo hay que estar allí para ver lo imposible.
Portiacha, un cañón seco con los rápeles volados más preciosos de Guara, merece la pena.
Palomeras del Fornocal, que a pesar de su sequía nos hizo disfrutar en su entorno de esos pasos ténicos para evitar el agua estanca. Muchas risas.
Y la guinda del pastel o el pastel de guinda por lo largo que es...el Gorgas Negras comunicado con el Barrasil, que tienen todo lo que se puede encontrar en un cañón: rápeles majestuosos, entretenidos; saltos acrobáticos, toboganes, pasillos impresionantes, etc, etc. A modo de final apoteósico del viaje.
Y vaya que si quiero volver...como casi todos los años, siempre nos deja con buen sabor de boca.
Gracias a Pablo, duru como el fierro. A Elena, creo que es de la misma madera... A Paulo, por favor no saltes más en sitios fuera del agua, alcanzaste "lo más" de los saltos. Y a Lorena, por saber comprenderme en todo momento.
Espero que se vuelva a repetir...
Aquí os pongo un enlace de fotos del facebook de Pablo Arienza de momento hasta que resuelva algunos problemillas del blog.
http://www.facebook.com/album.php?aid=2052006&id=1395873956&l=f9fdc8d566

6 comentarios:

  1. Que guapo!!!!. No me va mucho el agua (soy un friolero de la leche) ,pero tien que ser una pasada.
    Saludos

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  2. Pues si que es una pasada, Sito. Son de estos lugares que repites todos los años y no te cansas. Te lo recomiendo!!

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  3. Guapo, guapo... ¡sois los mejores!.

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  4. Yes el amu toro, ta muy,muy guay. Eso si por que llevaste contigo un arma jejejejeje

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  5. Ja, ja, ja!! Y menudu arma!! Y eso que tuve que frenalu, ¡Quería saltar hasta en donde cubría por los tobillos!!. Un abrazu, Villo!!

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  6. ye que paulo ye un poco cabra, jajaja, muy buena, tien que prestar la tira, un saludu.

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