miércoles, 18 de agosto de 2010
Vacaciones
Un sitio especial, donde allá, en la Primera Guerra Mundial, se tallaron unas de las secuencias bélicas más increibles de la Historia. En cada paso dado, se pueden hallar señales defensivas en estas zonas fronterizas e imaginar los vertiginosos movimientos de un ejército escondido defendiendo los elevados y obligados pasos estratégicos.
LOS DOLOMITAS.
Nuestra cita previa con Arco, cuna de la escalada deportiva en Italia, sirvió para quitarme el mono, puesto que nuestra intención en los Dolomitas no era la escalada libre.
El Piz Boe en un día frío, nublado y lluvioso, en el macizo de Sella, sirvió de comienzo en nuestros primeros contactos con esta maravillosa creación de montañas. Un desfase de casi 40ºC de diferencia de un día a otro en nuestros cuerpos, sirvió para ser conscientes que nos encontrábamos en alta montaña, aunque la gente del norte de Italia y zona del Tirol tenga por constumbre vestirse de pantalones cortos.
La Ferrata Financieri al Pico Colac fue nuestra primera vía ferrata, con la Marmolada en frente, cuya cumbre no se dejó ver en ningún momento. Envuelta en niebla estuvo escondida permanentemente los tres días que estuvimos en estos lugares.
La escalada en vía ferrata no me disgustó, está bien. Es una actividad obligada para saber lo que es y fundamentada por su historia. Además, de las que hice, su escalada libre sería impracticable. Diferentes formas de subir a las montañas y menudo curro la de equipar estas vías.
Y más hacia el noroeste en un lugar de incalculable belleza y punto concéntrico de multitud de escaladores a nivel mundial, creo recordar que se llamaba "Tre Cime di Lavaredo", je je!! Mi presencia en aquella zona se hizo inexistente, sólo estaba lo que me podía aportar la vista. Sin palabras.
Subida al Monte Paterno, Ferrata Innerkofler, repisas impresionantes, galerías y túneles infinitos, menuda historia en las entrañas de una montaña que si pudiera hablar... Y todo ésto a los pies de las Tres Cimas. Ahora creo en los estados de hipnosis, bajo tal admiración.
Venecia, Venezia en Italiano, Venésia en Veneciano. Viaje en barco ida y vuelta desde nuestro camping. Día entero recorriendo las calles venecianas; casas en el agua; estrechos canales; góndolas, gondoleros; olor a pizza, pizza y helados; disfraces y máscaras del carnaval veneciano; palacios; puentes en los canales; iglesias, muchas; y gente a retorcer en las calles más concurridas; en las otras, ni un alma.
Para finalizar, la Costa Azul de regreso, playa y baños en el Mediterraneo, zona entre Génova y Marsella, a modo de recuperación para emprender viaje a casa.
Cada sitio en el que estuvimos merece hablar de él de forma especial, desarrollando un tema entero, que espero ir poco a poco metiéndo en el blog.
Ahora, vuelta a la rutina e imaginando viajes nuevos que espero que se cumplan pronto...
Por cierto, todo empezó en el inicio de las vacaciones, estando en la Sierra de Guara con unos amigos. Pero ésto será otro capítulo...
Fotos: Lorena y Roberto
Rober, ¡¡¡¡¡menudas vacaciones!!!!!!!.
ResponderEliminarEntre Guara (ya ví les fotos de Pablo) y Dolomitas... solo puedo decir que muero de envidia. Dolomitas siempre increíbles, ferratas míticas y cimas históricas.
Esperamos impacientemente que poco a poco deshagas la madeja de este viaje, para inspirarnos con cada historia.
Un abrazu. Odón.
Que bueno,que recuerdos...tengo que volver a Dolomitas antes de que casque el cuerpecito del todo.
ResponderEliminarSaludotes.
El viaje a Guara fue impresionante Odón. Pa la siguiente toca, a ver si te animas!!
ResponderEliminarPedro, ese cuerpo serrano que tienes aguanta pa tantos años como los que tienes, a ver cuando nos vemos!!